domingo, 24 de febrero de 2008

CAPÍTULO XII: La conspiración

5 comentarios:

Nicole dijo...

En esta parte de la novela, todas las preocupaciones de Esteban se convierten en realidades por la victoria de las socialistas en las elecciones políticas. Él siempre estaba quejándose de los marxistas y advirtiendo a sus compañeros del “cáncer los marxistas,” y nadie lo creyó. Aún Esteban está soprendido por estos resultados, y es muy interesante la forma de la cual todo cambia en muy poco tiempo. En la página 358, Alba dice que “esta vez van a ganar los otros,” y por supuesto ésta fue una premonición como las de su abuela muerte. Parece que las premoniciones de Alba empezaron muy pronto depués de la muerte de Clara, lo que quizás muestra que las premoniciones están pasadas por la muerte.

Me gustan mucho los imágenes de esta parte, especialmente los de los campesinos, los trabajadores, y los pobres llenando las calles en una celebración sin violencia. Otra vez, el romanticismo entre Alba y Miguel aparece: en la página 359, Allende escribe que “Los dos estaban en el límite de sus fuerzas y mientras se besaban, lloraban de alegría.” ¡Qué bella descripción! Pero después de estas celebraciones viene el caos y la gran división entre los pobres y los ricos. Ahora los derechos están buscando una solución, pero yo tengo suspición de que irá de mal a peor para Esteban...

Esta parte del gran cambio en la vida de Pedro Tercero García me recordó un poco de Esteban, porque finalmente se da cuenta de que Blanca es “la única mujer para él” (362). Es muy similar de lo que al fin pensó Esteban sobre Clara, y eso me hace pensar que Esteban tenía verdaderos sentimientos de amor hacia ella. Es muy triste la pérdida de pasión en la relación entre Pedro Tercero y Blanca, y debemos discutir nuestras ideas sobre las razones por este deterioro. Pero quizás no importa porque no van a verse por dos años, como vemos en la página 364. ¡Parece que nada bueno ocurre para esta pareja!

No entiendo muy claramente lo que está ocurriendo con respecto a la economía de la ciudad en esta parte; solamente sé que no es bueno. ¿Quizás ustedes puedan clarificar la situación?

Jorge dijo...

Mucho ha cambiado. Primero, por fin, después de oír tanto del asunto, los socialistas ganaron la carrera presidencial. Me sorprendió leer esto y también que no había corrupción en contar el voto. Usualmente con gobiernos así hay corrupción en reportar el ganador, y por eso “ganan los de siempre.” Bueno, de todas formas, Esteban se mantuvo bastante bien, y por fin, pensaba que iba a cambiar mi actitud hacia él. En la página 360, leemos “No se sentía deprimido, por el contrario. En su viejo corazón de luchador aleteaba una emoción exaltada que no sentía desde su juventud.” A este punto pensaba que él se estaba dando cuenta que una vida sin la política sería bastante buena por un tiempo. Estaba regresando a su juventud con Rosa y sin el deseo de morir que ahora experimenta él. Si quisiera un cambio así, sería Esteban mi carácter favorito. Pero de repente, vemos que él solamente quiere destruir lo que perdió, entonces lamentablemente, todavía lo odio.

Pero estaba más feliz al oír de Pedro; siempre sabía que él necesitaba estar trabajando en la política, y estaba esperando la terminación de esta carrera con la música. Casi cerré el libro cuando leí que él y Blanca separaron. Ellos me parecieron ser la única fuente de sanidad adentro de la turbulencia de la familia Trueba. El amor entre ellos tenía algo que faltaba el amor de los otros (posiblemente con la excepción de Alba y Miguel). Pero a este punto, Allende nos está mostrando un problema con Blanca, cosas que pensaba que faltaba ella. Ella está demasiada confidente que Pedro siempre estará con ella, mientras la verdad no es así. Sube mi respeto por Pedro porque se nota que él busca un amor constante y que no quiere más estas chicas jóvenes, pero no merece no tener Blanca. Necesitan estar juntos, y lo único que me inspira continuar leyendo es la oración en la página 364 “No volverían a verse en dos años.”

Unas preguntas: ¿Qué nos dice Allende sobre los tipos de gobierno? Siempre pareció que los conservadores eran antipáticos, pero ahora se nota que los marxistas también tienen sus problemas. ¿Cómo ha cambiado el opinión de Pedro de Blanca con los años?

Jorge dijo...

No leímos mucho esta semana, pero a pesar de eso hay mucho que decir. Primero, Esteban está haciendo ahora cosas que nunca habría permitido debajo de su gobierno a las Tres Marías. He notado mucho comportamiento así durante las últimas páginas, o sea, empezando cuando él perdió su poder política. Siempre pensaba que él haría algo terrible si la gente debajo de su control hiciera una revolución, pero ahora él es la persona quien está teniendo problemas, y él está haciendo cosas revolucionarias. No me dice que es un hipócrita, pero es interesante ver como la gente de la política a veces dice algo y de repente hace algo diferente. Por ejemplo: siempre castigaba a Pedro por distribuir panfletos de socialismo al campo pero ahora él está guardando armas para usar contra el gobierno nuevo. Esto nos enseña algo nuevo de él: solamente es políticamente estable si él mismo tiene el poder. Si no lo tiene, es un revolucionario. Parece que eso es el caso para muchos en este libro...

Creo que es muy interesante en la página 368 cuando Allende mencionó “Alba comprendió entonces que su madre, que hasta entonces parecía ser la única persona equilibrada de la familia, también tenía sus locuras.” Esta oración está refiriéndose a algo importante, pero también es importante literariamente. Como el libro está terminando, ya es la hora para Allende a mostrarnos algo de las personas que siempre eran los buenos. A mí, esto me afecta bastante; siempre me pareció Blanca la hija de Clara. Es decir que aunque no tenía los poderes de su mamá, tenía la mente Clara y mucho más que le falta muchos de los miembros de la familia.

Me alegra que Jaime y Alba están haciendo algo para prohibir a Esteban de hacer algo. Parecían como solamente unas parejas para todo, pero ahora son como amantes, lo cual me preocupa un poco por razones simples.

Nicole dijo...

Como yo adiviné antes, todo va de mal en peor por nuestro pobre amigo Esteban. Aunque es un poco loco, pienso que merece este tratamiento de los campesinos de Los Tres Marías. Él no ha pensado ni un pensamiento en este lugar por años y años, entonces ellos aprendieron cómo cuidar de su propia tierra. Ahora, los campesinos son los dueños de la tierra, como debe ser, y parece que su sistema funciona bastante bien sin la dominación de Esteban. Pero, por supuesto, exactamente en el momento en el cual los campesinos tratan de tener independencia, Esteban tiene que regresar y tratar de recuperar lo que ha perdido. En mi opinión, es su propia culpa. No debe desatender la tierra por tantos años y regresar muchos años después, pensando que todo será bien y los campesinos le darán la bienvenida con brazos abiertos. Los campesinos han aprendido cómo tomar la responsabilidad de su propia tierra, y todo funciona, entonces Esteban debe apartarse de la situación y permitirles a hacer lo que están haciendo. Además, Esteban no necesita la tierra, sino que la quiere por motivas egoístas: sólo quiere demostrar que no ha perdido el poder.

Bueno, hablemos de Pedro Tercero García; ha cambiado muchísimo desde hace dos años, y yo entiendo completamente la razón por la cual este cambio ocurrió: pasa doce horas cada día en un traje gris en una oficina aburrida, haciendo trabajo que a él no le gusta. No puede tocar la guitarra, y, como lo describe Allende, “sin Blanca había perdido hasta el gusto por las jóvenes que antes lo entusiasmaban” (376). Su vida es muy triste, porque ahora no tiene el amor y la pasión fuerte que experimentaba en su juventud y todos sus años pasados con Blanca. Parece que Blanca da sentido a la vida de Pedro Tercero García. Y como ya estoy escribiendo de Blanca, debo decir que ella es franquísima: la forma de la cual revela la identidad verdadera de Pedro Tercero García (el padre de Alba) es magníficamente simple; y no habla más del tema, excepto decir que “Es mejor un padre muerto que un padre ausente,” (377) para explicar todas las mentiras que le ha dicho a Alba sobre la identidad de su padre. No debo aún imaginar los sentimientos de Alba en esta situación; es increíble que ella actúe tan calmamente después de oír eso.

También en esta sección hay mucha referencia al pasado; parece que Allende está empezando a terminar las cosas y conectar todo lo que ha ocurrido antes en la novela, porque estamos acercándonos a la conclusión. Unas partes en las cuales hace menciona del pasado: “así es que se pusieron a recordar los tiempos pasados...” (377); “Se sentaron a la mesa a beber vino y a rememorar el pasado remoto...” (378); y “Era la primera vez que [Esteban y Pedro Tercero] estaban frente a frente desde el día fatídico en que Trueba le cobró la virginidad de su hija con un hachazo” (378).

En esta situación, cuando Pedro Tercero va a Las Tres Marías para recoger a Esteban, parece que los roles han cambiado: antes, como demuestra la oración más arriba de la página 378, Esteban tuvo todo el poder—habría podido tomado la vida de Pedro Tercero—pero ahora, Pedro tiene el poder. Él tiene el placer de dirigir las acciones de Esteban, y me parece muy interesante este cambio del poder.

Hablemos un poco también del significado de la palabra “Djakarta” (380). Quizás debemos buscarlo en el Internet, porque no entiendo muy claramente lo que significa. Allende escribe que habían “montones de muertos en las calles de esa lejana ciudad” (381), entonces probablemente es un aviso de la derecha a la izquierda. ¿La derecha está amenazando la izquierda? Me parece muy siniestro...

Y finalmente, el regreso de las hermanas Mora...bueno, una de las hermanas: otra reintroducción de Allende. Estas desgracias que ella anuncia me hace ansiosísima de saber lo que va a ocurrir: ¿Quién va a matarle a Alba? ¿Y por tanto tiempo Esteban va a tener que vivir con este “sufrimiento y soledad” que mencionó Luisa Mora? Estas declaraciones levantan muchísimas cuestiones, y para ahora sólo puedo adivinar lo que Allende tiene guardado por la condenada familia Trueba...

Jorge dijo...

Podemos ver muy claramente en esta parte de la lectura que nos acercamos a la terminación del libro. Creo que es bastante simbólico que las Tres Marías finalmente está actualizándose con los tiempos y con eso viene la expulsión del control del patrón. Se ve en estos pasajes que él ahora está debilitándose, lo cual es un poco triste. Siento un poco mal por él solamente porque ha vivido tanto tiempo sin una explicación sobrenatural, y porque quiere morir. No tengo mucho de una análisis sobre su regreso al campo, pero me parece muy típico de un dictador. “¡Yo no soy compañero de nadie!” captura esta esencia; él está solo en este asunto. Siempre ha trabajo solo y ni siquiera piensa en cambiar eso en este momento. Quizás eso no le sirve bien como decisión, pero si la situación fuera diferente, Esteban no sería Esteban, ¿eh?

Verlo adentro del comedor que convirtieron en cárcel es interesante; representa un círculo en su vida, que siempre fue él que castigó a la gente y ahora el opuesto es el caso. Yo en este momento solamente espero que Esteban se esté dando cuenta de la ironía de esto, y que puede apreciarlo por más que solamente su mala fortuna. Creí que fue demasiado antipático cuando tiraron al guardaespaldas, pero solamente muestra el magnitud del problema. Estaba sorprendido cuando Blanca y Alba visitaron a Pedro. Siempre quería que Pedro fuera el que castigara a Esteban, pero ahora no me importa demasiado. Pedro para mí ha cambiado en una persona un poco aburrido.

Por fin, continúa el tema de visitar el pasado en esta sección. Primero, Allende escribe mucha descripción de como fue Esteban en el pasado cuando regresó al campo. Fue interesante ver como la gente lo recordaba y también ver que el Esteban ahora no parece como el Esteban de entonces. Pero más importante es la visita con Luisa Mora. Esteban todavía está negando los hechos, pero quizás ahora excusablemente; está demasiado harto de vivir con el estrés que siempre ha tenido, y ahora no le importa. Solamente quiere morir. Pero, ¿como podrá él escapar de la turbulencia que le viene? Yo tengo una imagen en mi miente de Esteban caminando por las calles, pisando entre cuerpos muertos, y con una cara mostrando su incredulidad.