Bueno, primero quiero retirar cada cosa negativa que he dicho sobre Jean de Satigny. Antes de leer este capítulo, pensé que él fue una persona ridiculosa y sin importancia. Pero ahora, de verdad, estoy un poco enamorada de él. Es un hombre completamente honorable, y me hizo felicísima leer de su tratamiento de Blanca. Me parece correcto describirlo como “casi un príncipe.” Él comprende lo que Blanca se siente, y entonces decide no forzarle a ella a actuar como una esposa debe actuar. Casi lloré cuando, como respuesta a la pregunta de Blanca sobre quién es el padre del niño, Jean de Satigny responde, “Yo lo soy.” Va a tratarle a este niño como si fuera su propio hijo, y esta respuesta me parece perfecta.
Como otro tema, quiero hablar de las semejanzas que vemos entre Clara y Blanca en este capítulo. Mientras en el capítulo VII vimos los contrastes entre las dos, ahora podemos compararlas un poco. Cuando Isabel Allende escribe que Blanca “no tenía prácticamente ningún interés en lo que la rodeaba” (266) pienso en Clara. Clara no tiene mucho interés en el mundo afuera de sí mismo tampoco, pero es por razones diferentes. Clara tiene interés en el mundo de los espíritus, mientras Blanca solamente está pensando en su amor por Pedro Tercero García mucho del tiempo. Y, más abajo en la página, Allende escribe que “Tal como su madre con ella, desarrolló un sistema de comunicación con la criatura que estaba gestando.” La gente dice que crecemos a actuar como nuestros padres, y en este caso, es la verdad.
La cosa más importante que está ocupando mis pensamientos ahora es una pregunta especifica: ¿Qué haría Blanca si de repente podía estar Pedro? Probablemente nunca voy a estar en esta posición, pero creo que si yo estuviera viviendo la vida de Blanca, siempre tendría un miedo horrible...¿sabemos nosotros qué haría Pedro en la misma situación? También hablemos un poco de Esteban durante el primer parte de este capítulo. El respeto que aumenté por el durante la terminación de capítulo VII perdé al oírlo decir ¿Qué hace aquí, hija? Él no tiene ningún derecho de ser tan protectora de la casa. De hecho, espero que en algún momento durante las páginas finales del libro Clara haga algo que le muestra a Esteban quién es el verdadero "patrón."
En esta parte del capítulo, vemos que yo tenía razón desde el primer conocimiento del conde: él es homosexual. Yo sé que mencioné eso cuando por primera vez conocimos a este hombre tan feminino, y estoy feliz de haber tenido razón en mis suspiciones.
Me gusta la forma de la cual Allende nos da indicios de este hecho; primero Jean de Satigny habla de sus sentimientos sobre el matrimonio, diciendo que él no siente “inclinado por la vida matrimonial” (276), conocemos al indio que lleva los tacones, Jean de Satigny le hace al indio un ayudador con su fotografía (aunque el indio no es inteligente y no sabe nada de la fotografía), y finalmente Blanca descubre lo que en realidad hace el conde con su tiempo en el laboratorio de fotografía. Es como un cuento de misterio; todas las cosas siguen aumentando, y finalmente sabemos la verdad que sospechamos al principio. Es claro que este final del capítulo es muy drástico, y no veo la hora de saber lo que va a venir de esta catástrofe.
¿Blanca va a dejarle a su marido para siempre? ¿Aceptará esta “oculta naturaleza” (275) del conde? ¿Encontrará a Pedro Tercero García alguna vez en su vida? ¿Terminará “esa terrible desolación que comenzaba a embargarla” (276)? ¿¿Qué será de Blanca??
Para mi discusión hoy, yo tengo dos puntos que quiero que discutamos. Primero, en la página 268, vemos un cambio en la personalidad de Blanca. Aunque Allende atribuye estos cambios al bebé adentro de Blanca, al repasar este pasaje ahora, me doy cuenta que era probablemente una premonición. En la pág. 268, Allende escribe, “Dejó de pensar en Pedro Tercero García con la apremiante urgencia con que lo hacía antes y se refugió en recuerdos dulces y desteñidos que podía evocar en todo momento.” Esto me llama la atención porque a veces se sabe lo que es lo correcto (lo necesario). Es decir que quizás Blanca, aunque no podía estar con Pedro, estaba con el hombre con lo cual necesitaba estar.
Creo que en las últimas entradas del blog, dejamos los sentimientos antipáticos hacia Jean porque estaba actuando más y más de una manera que era beneficial para Blanca. Ahora sabemos que estaba mostrando su lado femenino, pero necesitamos evaluar otra vez si es buena gente. No estaba esperando para nada este negocio escandaloso que ha creado…
Espero que esto sirva para una discusión larga e intelectual.
4 comentarios:
Bueno, primero quiero retirar cada cosa negativa que he dicho sobre Jean de Satigny. Antes de leer este capítulo, pensé que él fue una persona ridiculosa y sin importancia. Pero ahora, de verdad, estoy un poco enamorada de él. Es un hombre completamente honorable, y me hizo felicísima leer de su tratamiento de Blanca. Me parece correcto describirlo como “casi un príncipe.” Él comprende lo que Blanca se siente, y entonces decide no forzarle a ella a actuar como una esposa debe actuar. Casi lloré cuando, como respuesta a la pregunta de Blanca sobre quién es el padre del niño, Jean de Satigny responde, “Yo lo soy.” Va a tratarle a este niño como si fuera su propio hijo, y esta respuesta me parece perfecta.
Como otro tema, quiero hablar de las semejanzas que vemos entre Clara y Blanca en este capítulo. Mientras en el capítulo VII vimos los contrastes entre las dos, ahora podemos compararlas un poco. Cuando Isabel Allende escribe que Blanca “no tenía prácticamente ningún interés en lo que la rodeaba” (266) pienso en Clara. Clara no tiene mucho interés en el mundo afuera de sí mismo tampoco, pero es por razones diferentes. Clara tiene interés en el mundo de los espíritus, mientras Blanca solamente está pensando en su amor por Pedro Tercero García mucho del tiempo. Y, más abajo en la página, Allende escribe que “Tal como su madre con ella, desarrolló un sistema de comunicación con la criatura que estaba gestando.” La gente dice que crecemos a actuar como nuestros padres, y en este caso, es la verdad.
La cosa más importante que está ocupando mis pensamientos ahora es una pregunta especifica: ¿Qué haría Blanca si de repente podía estar Pedro? Probablemente nunca voy a estar en esta posición, pero creo que si yo estuviera viviendo la vida de Blanca, siempre tendría un miedo horrible...¿sabemos nosotros qué haría Pedro en la misma situación? También hablemos un poco de Esteban durante el primer parte de este capítulo. El respeto que aumenté por el durante la terminación de capítulo VII perdé al oírlo decir ¿Qué hace aquí, hija? Él no tiene ningún derecho de ser tan protectora de la casa. De hecho, espero que en algún momento durante las páginas finales del libro Clara haga algo que le muestra a Esteban quién es el verdadero "patrón."
En esta parte del capítulo, vemos que yo tenía razón desde el primer conocimiento del conde: él es homosexual. Yo sé que mencioné eso cuando por primera vez conocimos a este hombre tan feminino, y estoy feliz de haber tenido razón en mis suspiciones.
Me gusta la forma de la cual Allende nos da indicios de este hecho; primero Jean de Satigny habla de sus sentimientos sobre el matrimonio, diciendo que él no siente “inclinado por la vida matrimonial” (276), conocemos al indio que lleva los tacones, Jean de Satigny le hace al indio un ayudador con su fotografía (aunque el indio no es inteligente y no sabe nada de la fotografía), y finalmente Blanca descubre lo que en realidad hace el conde con su tiempo en el laboratorio de fotografía. Es como un cuento de misterio; todas las cosas siguen aumentando, y finalmente sabemos la verdad que sospechamos al principio. Es claro que este final del capítulo es muy drástico, y no veo la hora de saber lo que va a venir de esta catástrofe.
¿Blanca va a dejarle a su marido para siempre? ¿Aceptará esta “oculta naturaleza” (275) del conde? ¿Encontrará a Pedro Tercero García alguna vez en su vida? ¿Terminará “esa terrible desolación que comenzaba a embargarla” (276)? ¿¿Qué será de Blanca??
Hola,
Para mi discusión hoy, yo tengo dos puntos que quiero que discutamos. Primero, en la página 268, vemos un cambio en la personalidad de Blanca. Aunque Allende atribuye estos cambios al bebé adentro de Blanca, al repasar este pasaje ahora, me doy cuenta que era probablemente una premonición. En la pág. 268, Allende escribe, “Dejó de pensar en Pedro Tercero García con la apremiante urgencia con que lo hacía antes y se refugió en recuerdos dulces y desteñidos que podía evocar en todo momento.” Esto me llama la atención porque a veces se sabe lo que es lo correcto (lo necesario). Es decir que quizás Blanca, aunque no podía estar con Pedro, estaba con el hombre con lo cual necesitaba estar.
Creo que en las últimas entradas del blog, dejamos los sentimientos antipáticos hacia Jean porque estaba actuando más y más de una manera que era beneficial para Blanca. Ahora sabemos que estaba mostrando su lado femenino, pero necesitamos evaluar otra vez si es buena gente. No estaba esperando para nada este negocio escandaloso que ha creado…
Espero que esto sirva para una discusión larga e intelectual.
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